CONMEMORACION DEL 75 ANIVERSARIO DEL Ramiro de Maeztu
"....Además de la reseña y las fotos del
acto, que han confeccionado Kurt Schleicher y Rafael García-Fojeda, os
adjuntamos a modo de introducción los versos que Nicolás Pérez Serrano preparó y recitó
durante su discurso de agradecimiento, inspirándose, creemos entender, en Antonio
Machado y sus poemas "Mi infancia son recuerdos de un patio de
Sevilla"...."
“Mis recuerdos de la «Prepa» y también del Instituto”.
Los recuerdos de mi infancia
son de patio de colegio;
los primeros de la «Prepa»;
más tarde, del Instituto.
Amelia, María y Cea.
Escalona y Muñoz-Cobos
junto al director, Don Mendo
y el buen portero Moneo
con sus “montañas nevadas”.
Al pasar al Instituto …
Vista a la derecha, ¡ar!.
Variaciones militares,
Una tabla de gimnasia
que nos dirige Don Lino.
Al comienzo de las clases
rezamos una oración.
Magariños nos vigila
junto con Chupito y Muro.
Asimismo Remartínez.
Luego vinieron los “Ojes”
con el camarada Paco.
Vigilantes de Pasillo
que siempre nos amenazan
que van a tomar “medidas”.
Nos forman, no nos deforman.
Nos instruyen. En las aulas
cien profesores imparten
todo tipo de materias,
aprendemos sus valores;
nos educan con su ejemplo.
Vigueras junto a Navarro
y el “buen ojo” de Cubero.
Galán ama la montaña
y sueña con Peñalara.
Se nos casa Zamorano.
Alemán da Don Domingo,
auxiliado por Carmina,
que es hija del Director,
de apellido Ortiz Muñoz.
Y francés explica Belda,
o sea, “Madame Morales”,
que se llama Patrocinio.
Entra Brañas en escena,
latín, bichos, La Salcedo.
Matemáticas, Pisón
y el “beocio” de Gimeno
que trata de transmitirnos
el “ablativo absoluto”.
Jolín es buena tutora
llena de formulaciones
de su química querida.
Palacios nos inocula
toda la literatura
que absorben nuestras cabezas.
Cuando el anhelado timbre
nos manda para el recreo,
más de sesenta balones
obedecen las patadas
de botas bastas, “Segarra”,
que compiten en el campo
mientras otros, de igual garra,
se ufanan en baloncesto
para engrosar algún día
las huestes del mejor “Estu”.
Viene la separación.
Unos, torpes, hacia Letras.
Los más listos cogen Ciencias.
Se privan, así, ¡qué pena!,
de la Rey y de Perea,
que son redivivos griegos;
y del culto Magariños,
inspirador de Estudiantes,
creador del “sobre y carta”,
gran perito de La Eneida.
Palomares y Saúco,
dos artistas del dibujo,
nos muestran los rudimentos
de pintar a carboncillo,
de copiar del natural.
Todos filósofos somos
de la mano de Mindán,
que nos resuelve también
un círculo “vicisioso”.
Utrilla y Topete son
historiadores de pro
como también lo es Pavía.
Algún bocadillo vuela.
Directo al nocturnova,
de la mano de Lucila,
aunque algo mordido ya.
Gabino religionea
e Ibarra se enseñorea
con sus ciencias Naturales,
mientras que Cuéllar y Granda
nos hacen balancearnos
de Escrivá hasta San Ignacio.
Excursiones y talleres:
los hay de encuadernación,
o de aeromodelismo,
también de fotografía.
Villaviciosa de Odón,
o Toledo, o Granada,
sin olvidar a Segovia
son visitas obligadas.
Más muchas diapositivas
del arte que Julia enseña.
Queda, sin duda, Oliver,
sabio, gran educador,
arabista singular,
especialista en Toledo,
que a todos hace exponer
las bondades de un autor.
Apresurados recuerdos.
Recuerdos sedimentados.
A todos os doy las gracias.
Todo un patio de colegio.
Bendito Instituto mío,
mi Ramiro de Maeztu.