lunes, 16 de marzo de 2015

COMIDA SEMESTRAL EN......ARANJUEZ






 
El pasado 10 de marzo nos fuimos a comer a la Real Villa de Aranjuez.
 
Grupo de amistad, visita cultural por las joyas de nuestro Patrimonio Nacional que se encuentra en esa ciudad, comida agradable al lado del Tajo.....como no en El Rana Verde para recordar épocas pasadas y las travesías con el 600 por ese bonito paraje, y finalizar con un recorrido en el trenecillo turístico por los bonitos jardines Reales de Aranjuez....       ¡¡¡ Que somos mayores....!!!!
Sirva esta muestra fotográfica y breve reseña de muestra hasta disponer de la definitiva y "oficial" de la reunión, así como las muestras del concurso fotográfico que se propuso.
QUE GRAN DIA, QUE BONITA CIUDAD, QUE MARAVILLOSAS GENTES NOS JUNTAMOS

 

domingo, 8 de marzo de 2015

Historia de Inglaterra. Ricardo III


Ricardo III ha pasado al recuerdo como uno de los peores reyes de Inglaterra y aun de Europa. Un asesino, además de un déspota odioso, al menos así lo presenta William Shakespeare en una de las obras de teatro, escrita hacia 1591, que este autor dedicó a la historia de Inglaterra.

Ricardo III había nacido el 2 de octubre de 1452 en el castillo de Fotheringay (Northamptonshire), siendo investido rey con 31 años de edad, y muriendo en acción de guerra dos años después. Último monarca de la Casa de York (heredera de los Plantagenet), su derrota y muerte en la batalla de Bosworth (Leicester) el 22 de agosto de 1485 supuso el fin de su dinastía y el advenimiento de los Tudor.

El nació como el octavo y último hijo de Ricardo, duque de York, y de Cecilia Neville. La tradición afirma que era un hombre deforme, jorobado y cojo de nacimiento, además de ambicioso, cruel y sin escrúpulos. Vivía en el campo, y cuando su padre y su hermano murieron en la Guerra de las Dos Rosas, Ricardo quedó bajo la tutela de su tío, el conde de Warwick, cuya intervención sería fundamental para deponer al rey titular Enrique VI y coronar a Eduardo IV, el hermano mayor de Ricardo. Entonces, Ricardo fue nombrado duque de Gloucester y adquirió un enorme poder.

Tras la muerte de Eduardo IV, el 9 de abril de 1483, los hijos del rey difunto, Eduardo, príncipe de Gales, de 12 años y Ricardo, duque de York, de 9, eran los siguientes en la línea de sucesión. Ricardo fue nombrado Lord Protector de los jóvenes. Y aquí empieza la parte más siniestra del caso, porque a los niños les hicieron desaparecer, así como a los miembros del Parlamento que se oponían a que Ricardo fuera coronado rey, y también a una serie de damas que estaban al día de los hechos. Una vez borradas las pruebas, Ricardo fue coronado en la Abadía de Westminster el 6 de julio de 1483. Claro que antes Ricardo ya había liquidado a sus hermanos que le precedían en la línea de sucesión.

El pueblo y la nobleza estaban indignados, y una rebelión armada lo tumbó en la batalla de Bosworth, luchando sin casco ni caballo, por haberlos perdido en la refriega. Una vez muerto, alguien lo recogió y llevó en un caballo a Leicester, con los pies colgando a un lado y la cabeza al otro, siendo presentado desnudo a la furia popular antes de que los frailes franciscanos (entonces llamados frailes grises) se hicieran cargo del cuerpo y lo enterraran discretamente en su convento.

La localización exacta de su sepulcro se había perdido tras 500 años de construcciones en la zona, ya que el convento fue destruido como todos cuando la expulsión de los frailes de Inglaterra. Sin embargo, en el verano de 2012 fue encontrado su esqueleto bajo un estacionamiento municipal de Leicester, donde se hallaba el convento de los franciscanos; él fue finalmente identificado por un equipo de arqueólogos liderado por Richard Buckley como perteneciente al monarca, “más allá de cualquier duda razonable”, según dijeron.

Terminado el trabajo de los expertos, el próximo día 26 se piensa llevar a cabo un solemnísimo funeral en la catedral de Leicester por el alma de Ricardo III, previo a su subsiguiente sepultura. Y es que los ingleses son muy suyos y muy patriotas, y van a enterrar a Ricardo III con los honores que corresponden a un rey, aunque sea con 529 años de retraso, y con independencia de que él nada habría merecido.




domingo, 1 de marzo de 2015

Historia de la Iglesia. San Juan Cancio

 San Juan Cancio (también llamado Jan Kanty) fue un profesor universitario polaco, canonizado por la Iglesia, y venerado como patrón de Polonia, junto a San Jacinto y San Estanislao. El había nacido en Kety, cerca de Auschwitz, diócesis de Cracovia, el 23 de junio de 1390, y siendo todavía muy joven se ordenó sacerdote, pasando a realizar estudios universitarios, y tras doctorarse en teología fue nombrado profesor de la universidad de Cracovia.

Pero la enemistad con otros profesores llevó a que fuera expulsado de allí y nombrado párroco de Olkusz, una aldea lejana. En aquel lugar se hizo querer tanto que el día que lo trasladaron otra vez a la capital todo el pueblo lo acompañó entre demostraciones de gran afecto.

Nuevamente en la universidad de Cracovia fue nombrado profesor y decano de filosofía, y estuvo enseñando las Sagradas Escrituras durante muchos años. Pero su contribución más importante fue al mundo de la física, en el que, colaborando con Jean Buridan, introdujo el concepto de “ímpetus” o energía cinética, función de la masa y de la velocidad del objeto en movimiento. Ello le hace precursor directo de Copérnico, Galileo y Newton.

Movido por la Fe se marchó como peregrino a Jerusalén, donde quería sufrir martirio de mano de los musulmanes, pero volvió sano y salvo. Y en Polonia era conocido por su humildad y buen humor, viviendo en completa austeridad, donando gran parte de su sueldo a los necesitados.

Murió San Juan Cancio en Cracovia durante la Navidad del año 1473, pero la Iglesia trasladó su conmemoración al 23 de diciembre. Enterrado en la capilla de la universidad, pronto fue objeto de peregrinaje. Se le representa con birrete de profesor, dando limosna a los pobres.

El paso de los siglos no ha hecho olvidar la memoria de este santo, sino que sigue siendo muy popular en Polonia y entre las comunidades polacas de todo el mundo. Y en Chicago, Illinois, Estados Unidos, donde viven muchos polacos emigrados, le han dedicado una estupenda iglesia parroquial que, con ocasión de las últimas navidades, ha recibido la visita del cardenal Francis Eugene George, arzobispo emérito de Chicago, el cual dijo una misa solemne en latín, al final de la cual se fotografió con los monaguillos que dan servicio a aquella iglesia o cantan en el coro de niños.


Esta iglesia es atendida por sacerdotes de una orden religiosa llamada precisamente de San Juan Cancio, fundada en Chicago en 1998 por el padre Frank Phillips. Esta orden tiene entre sus objetivos restaurar el sentido de lo sagrado en el contexto del ministerio parroquial, y cuentan con la costumbre de celebrar la sagrada liturgia según la tradición de la Iglesia, siguiendo los libros establecidos por el Concilio de Trento. Y cuidan con especial interés el enseñar esta tradición a los niños, preparándolos para que puedan actuar como monaguillos con una adecuada comprensión de lo que deben hacer, con creciente reverencia y espíritu de oración, preparándolos para llevar la vida propia de los buenos cristianos.