domingo, 17 de mayo de 2015

Me gusta el clima de las Islas Canarias

Las Islas Canarias disponen de un clima envidiable, el cual hizo que ya los antiguos denominasen a estas privilegiadas tierras como las Islas Afortunadas.

Su clima viene determinado por su posición geográfica, bastante al sur de la Península, pero al norte del trópico de Cáncer, y también por estar rodeadas por el océano Atlántico y sometidas a la influencia del anticiclón de las Azores, que les aporta un viento constante de dirección norte-sur. Como resultado, en Canarias la temperatura es casi siempre óptima, variando poco de estación a estación. Y esto tiene su explicación.

La temperatura del mar en invierno es fría, no hay evaporación, y por tanto no hay nubes. El sol no falla, y pega con bastante fuerza. Así los turistas pueden pasar el día en la playa, y todos hacen su vida al aire libre. Algo impensable en la Península o en cualquier otro lugar de Europa.

Pero en la primavera, la temperatura del mar sube, y la intensa evaporación del agua genera un mar de nubes que, arrastrado por los vientos alisios, cubre y protege a las islas de los rayos solares. En el verano la temperatura media resulta ser de 25ºC, bastante agradable y muy inferior a los calores de la Península, y no digamos a los 40º/45º del desierto del Sahara, que está sólo a poco más de 100 km de distancia.

El mar o manta de nubes formado en el Océano es fácilmente observable si vamos en avión hacia Canarias o incluso desde las cumbres de las islas. Se trata de una acumulación horizontal de nubes que se produce entre los 500 y los 1.500 m de altura, arrastrada por los vientos en dirección norte-sur.

Al chocar con las altas montañas de las islas, las nubes, empujadas por los alisios, inician un ascenso por las laderas. Al subir se produce su enfriamiento, con el consiguiente fenómeno de condensación, que puede provocar lluvias locales, responsables de las diferencias en la vegetación y en el paisaje entre los niveles altos y bajos las islas, y sobre todo entre ambas vertientes de las cumbres.

En el sur de las islas el clima es más cálido y seco que en el norte. Pero ocasionalmente el manto de nubes puede saltar por encima de las montañas, y cubrir y proporcionar humedad también a la vertiente sur de las montañas, como vemos en la fotografía.


Pero de una forma o de otra, el resultado siempre es bueno para turistas y visitantes. Y como llueve muy poco, los agricultores se apañan como pueden.


martes, 12 de mayo de 2015


Imagen ganadora del Concurso de fotografía ARANJUEZ  marzo2015/1959.
Autor: Alfonso Enderiz

Participaron 19 fotografías de seis autores.
Seleccionada por los asistentes a la comida del mes de abril.

domingo, 10 de mayo de 2015

Historia de España. Toma de Cáceres al Islam

Los últimos años del reinado de Alfonso IX de León fueron muy fructíferos para la Reconquista. Tras muchos años de inacción, la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa (16/07/1212) propició que el rey leonés decidiera continuar la lucha. El primer paso fue cruzar la frontera del Tajo, algo que se produjo en 1213, con la toma del puente romano de Alcántara. Aunque poco más se hizo entonces porque Alfonso IX tenía miedo de que su suegro, Alfonso VIII de Castilla, le atacase si desplazaba sus tropas, pero el peligro desapareció en 1214 con el fallecimiento de éste.

Tiempo después la fortaleza y el puente de Alcántara fueron otorgados al control de la Orden de Alcántara, una organización religiosa y militar de nueva creación que se constituyó allí, conformándose como uno de los pilares básicos de la reconquista y colonización de los nuevos territorios.

La siguiente campaña fue en 1218. Aquel año el monarca leonés lideró una expedición a tierras musulmanas con la que llegó hasta las orillas del Guadalquivir, tratando de explorar y aún quebrantar la retaguardia musulmana. Cáceres fue atacada; no obstante, la ciudad estaba bien defendida y, tras un asedio de tres meses y medio los ejércitos cristianos tuvieron que retirarse. Pero Alfonso se tropieza en su camino con un nuevo escollo: Portugal ansía conquistar aquellos mismos territorios al Islam. Todo queda resuelto el 13 de junio de 1219 en el que se llega a un acuerdo con los portugueses.

En 1221 los caballeros de la Orden de Alcántara atacan y consiguen rendir la ciudad de Valencia de Alcántara, pero fracasan al intentar la toma de Cáceres. El rey volvería, sin éxito, a asediar la ciudad en los años 1223, 1225 y 1226, aunque tomó la mayoría de las poblaciones de la zona. Tanta insistencia venía derivada de la importancia que tenía esta ciudad tanto en la defensa del reino musulmán de Badajoz como en el control de la Vía de la Plata, denominación de la calzada romana que unía Astorga con Mérida, y ahora espina dorsal del reino de León.

Desde más de un siglo antes, y temiendo el avance de los cristianos, Cáceres se había fortificado con una sólida muralla (ver foto), algo que no bastó para evitar que Alfonso IX la tomara el 23 de abril de 1227. Esta vez entrar allí fue incluso fácil. El cronista leonés no da datos, pero el musulmán dice que un cristiano infiltrado, que convivía allí con una morita, fue el que les abrió las puertas.

Cáceres fue desde su reconquista una ciudad libre, no de señorío, sometida directamente a la Corona, que elegía sus propios regidores y enviaba representantes con voz y voto a las Cortes, en la que coexistían iglesias y mezquitas y palacios árabes y cristianos, convivencia que duró por siglos. Y en la actualidad, el cuyo casco antiguo de Cáceres ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por su carácter monumental.


Como la toma de la ciudad fue un 23 de abril, fiesta del caballero señor San Jorge, este santo fue escogido como patrono de Cáceres. Y en tal fecha se celebran grandes fiestas, que este año parece que han contado además con la presencia de muchos visitantes, al celebrarse unas jornadas de degustación del vino y del jamón de la zona. Para que se vea que ellos no son musulmanes.