Historia
de España. Toma de Cáceres al Islam
Los últimos años
del reinado de Alfonso IX de León fueron muy fructíferos para la Reconquista. Tras
muchos años de inacción, la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa
(16/07/1212) propició que el rey leonés decidiera continuar la lucha. El primer
paso fue cruzar la frontera del Tajo, algo que se produjo en 1213, con la toma
del puente romano de Alcántara. Aunque poco más se hizo entonces porque Alfonso
IX tenía miedo de que su suegro, Alfonso VIII de Castilla, le atacase si
desplazaba sus tropas, pero el peligro desapareció en 1214 con el fallecimiento
de éste.
Tiempo después la
fortaleza y el puente de Alcántara fueron otorgados al control de la Orden de Alcántara, una
organización religiosa y militar de nueva creación que se constituyó allí,
conformándose como uno de los pilares básicos de la reconquista y colonización
de los nuevos territorios.
La siguiente
campaña fue en 1218. Aquel año el monarca leonés lideró una expedición a
tierras musulmanas con la que llegó hasta las orillas del Guadalquivir,
tratando de explorar y aún quebrantar la retaguardia musulmana. Cáceres fue
atacada; no obstante, la ciudad estaba bien defendida y, tras un asedio de tres
meses y medio los ejércitos cristianos tuvieron que retirarse. Pero Alfonso se
tropieza en su camino con un nuevo escollo: Portugal ansía conquistar aquellos
mismos territorios al Islam. Todo queda resuelto el 13 de junio de 1219 en el
que se llega a un acuerdo con los portugueses.
En 1221 los caballeros
de la Orden de
Alcántara atacan y consiguen rendir la ciudad de Valencia de Alcántara, pero
fracasan al intentar la toma de Cáceres. El rey volvería, sin éxito, a asediar
la ciudad en los años 1223, 1225 y 1226, aunque tomó la mayoría de las poblaciones
de la zona. Tanta insistencia venía derivada de la importancia que tenía esta
ciudad tanto en la defensa del reino musulmán de Badajoz como en el control de la Vía de la Plata , denominación de la
calzada romana que unía Astorga con Mérida, y ahora espina dorsal del reino de
León.
Desde más de un
siglo antes, y temiendo el avance de los cristianos, Cáceres se había
fortificado con una sólida muralla (ver foto), algo que no bastó para evitar
que Alfonso IX la tomara el 23 de abril de 1227. Esta vez entrar allí fue
incluso fácil. El cronista leonés no da datos, pero el musulmán dice que un
cristiano infiltrado, que convivía allí con una morita, fue el que les abrió
las puertas.
Cáceres fue desde
su reconquista una ciudad libre, no de señorío, sometida directamente a la Corona , que elegía sus
propios regidores y enviaba representantes con voz y voto a las Cortes, en la
que coexistían iglesias y mezquitas y palacios árabes y cristianos, convivencia
que duró por siglos. Y en la actualidad, el cuyo casco antiguo de Cáceres ha
sido declarado Patrimonio de la
Humanidad por su carácter monumental.
Como la toma de la
ciudad fue un 23 de abril, fiesta del caballero señor San Jorge, este santo fue
escogido como patrono de Cáceres. Y en tal fecha se celebran grandes fiestas,
que este año parece que han contado además con la presencia de muchos
visitantes, al celebrarse unas jornadas de degustación del vino y del jamón de
la zona. Para que se vea que ellos no son musulmanes.
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