domingo, 10 de mayo de 2015

Historia de España. Toma de Cáceres al Islam

Los últimos años del reinado de Alfonso IX de León fueron muy fructíferos para la Reconquista. Tras muchos años de inacción, la victoria cristiana en Las Navas de Tolosa (16/07/1212) propició que el rey leonés decidiera continuar la lucha. El primer paso fue cruzar la frontera del Tajo, algo que se produjo en 1213, con la toma del puente romano de Alcántara. Aunque poco más se hizo entonces porque Alfonso IX tenía miedo de que su suegro, Alfonso VIII de Castilla, le atacase si desplazaba sus tropas, pero el peligro desapareció en 1214 con el fallecimiento de éste.

Tiempo después la fortaleza y el puente de Alcántara fueron otorgados al control de la Orden de Alcántara, una organización religiosa y militar de nueva creación que se constituyó allí, conformándose como uno de los pilares básicos de la reconquista y colonización de los nuevos territorios.

La siguiente campaña fue en 1218. Aquel año el monarca leonés lideró una expedición a tierras musulmanas con la que llegó hasta las orillas del Guadalquivir, tratando de explorar y aún quebrantar la retaguardia musulmana. Cáceres fue atacada; no obstante, la ciudad estaba bien defendida y, tras un asedio de tres meses y medio los ejércitos cristianos tuvieron que retirarse. Pero Alfonso se tropieza en su camino con un nuevo escollo: Portugal ansía conquistar aquellos mismos territorios al Islam. Todo queda resuelto el 13 de junio de 1219 en el que se llega a un acuerdo con los portugueses.

En 1221 los caballeros de la Orden de Alcántara atacan y consiguen rendir la ciudad de Valencia de Alcántara, pero fracasan al intentar la toma de Cáceres. El rey volvería, sin éxito, a asediar la ciudad en los años 1223, 1225 y 1226, aunque tomó la mayoría de las poblaciones de la zona. Tanta insistencia venía derivada de la importancia que tenía esta ciudad tanto en la defensa del reino musulmán de Badajoz como en el control de la Vía de la Plata, denominación de la calzada romana que unía Astorga con Mérida, y ahora espina dorsal del reino de León.

Desde más de un siglo antes, y temiendo el avance de los cristianos, Cáceres se había fortificado con una sólida muralla (ver foto), algo que no bastó para evitar que Alfonso IX la tomara el 23 de abril de 1227. Esta vez entrar allí fue incluso fácil. El cronista leonés no da datos, pero el musulmán dice que un cristiano infiltrado, que convivía allí con una morita, fue el que les abrió las puertas.

Cáceres fue desde su reconquista una ciudad libre, no de señorío, sometida directamente a la Corona, que elegía sus propios regidores y enviaba representantes con voz y voto a las Cortes, en la que coexistían iglesias y mezquitas y palacios árabes y cristianos, convivencia que duró por siglos. Y en la actualidad, el cuyo casco antiguo de Cáceres ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por su carácter monumental.


Como la toma de la ciudad fue un 23 de abril, fiesta del caballero señor San Jorge, este santo fue escogido como patrono de Cáceres. Y en tal fecha se celebran grandes fiestas, que este año parece que han contado además con la presencia de muchos visitantes, al celebrarse unas jornadas de degustación del vino y del jamón de la zona. Para que se vea que ellos no son musulmanes.


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