domingo, 1 de marzo de 2015

Historia de la Iglesia. San Juan Cancio

 San Juan Cancio (también llamado Jan Kanty) fue un profesor universitario polaco, canonizado por la Iglesia, y venerado como patrón de Polonia, junto a San Jacinto y San Estanislao. El había nacido en Kety, cerca de Auschwitz, diócesis de Cracovia, el 23 de junio de 1390, y siendo todavía muy joven se ordenó sacerdote, pasando a realizar estudios universitarios, y tras doctorarse en teología fue nombrado profesor de la universidad de Cracovia.

Pero la enemistad con otros profesores llevó a que fuera expulsado de allí y nombrado párroco de Olkusz, una aldea lejana. En aquel lugar se hizo querer tanto que el día que lo trasladaron otra vez a la capital todo el pueblo lo acompañó entre demostraciones de gran afecto.

Nuevamente en la universidad de Cracovia fue nombrado profesor y decano de filosofía, y estuvo enseñando las Sagradas Escrituras durante muchos años. Pero su contribución más importante fue al mundo de la física, en el que, colaborando con Jean Buridan, introdujo el concepto de “ímpetus” o energía cinética, función de la masa y de la velocidad del objeto en movimiento. Ello le hace precursor directo de Copérnico, Galileo y Newton.

Movido por la Fe se marchó como peregrino a Jerusalén, donde quería sufrir martirio de mano de los musulmanes, pero volvió sano y salvo. Y en Polonia era conocido por su humildad y buen humor, viviendo en completa austeridad, donando gran parte de su sueldo a los necesitados.

Murió San Juan Cancio en Cracovia durante la Navidad del año 1473, pero la Iglesia trasladó su conmemoración al 23 de diciembre. Enterrado en la capilla de la universidad, pronto fue objeto de peregrinaje. Se le representa con birrete de profesor, dando limosna a los pobres.

El paso de los siglos no ha hecho olvidar la memoria de este santo, sino que sigue siendo muy popular en Polonia y entre las comunidades polacas de todo el mundo. Y en Chicago, Illinois, Estados Unidos, donde viven muchos polacos emigrados, le han dedicado una estupenda iglesia parroquial que, con ocasión de las últimas navidades, ha recibido la visita del cardenal Francis Eugene George, arzobispo emérito de Chicago, el cual dijo una misa solemne en latín, al final de la cual se fotografió con los monaguillos que dan servicio a aquella iglesia o cantan en el coro de niños.


Esta iglesia es atendida por sacerdotes de una orden religiosa llamada precisamente de San Juan Cancio, fundada en Chicago en 1998 por el padre Frank Phillips. Esta orden tiene entre sus objetivos restaurar el sentido de lo sagrado en el contexto del ministerio parroquial, y cuentan con la costumbre de celebrar la sagrada liturgia según la tradición de la Iglesia, siguiendo los libros establecidos por el Concilio de Trento. Y cuidan con especial interés el enseñar esta tradición a los niños, preparándolos para que puedan actuar como monaguillos con una adecuada comprensión de lo que deben hacer, con creciente reverencia y espíritu de oración, preparándolos para llevar la vida propia de los buenos cristianos. 


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